
En medio del frío matinal del miércoles 28 de mayo, los estudiantes de prekínder, kínder y primero básico del sector República del COM vivieron una jornada inolvidable celebrando el Día Internacional del Juego. Desde temprano, los equipos de aula se encargaron de recibir a los niños con alegría, dando el puntapié inicial a una actividad que combinó aprendizaje, imaginación y convivencia.
La mañana comenzó con una cálida bienvenida donde se explicó el sentido de la celebración. Las educadoras presentaron el valor del juego en la Educación Parvularia, despertando curiosidad en los niños sobre las experiencias que vivirían durante el día. La anticipación se hizo notar en sus caritas que no entendían bien lo que vendría.
Tras una colación compartida y un recreo en comunidad, vino el momento más esperado por los niños: la transformación de las salas. Cada espacio fue ambientado por equipos de aula, asistentes del PIE y apoderados colaboradores, quienes desplegaron toda su creatividad para crear escenarios únicos y temáticos. Las salas de República se convirtieron por unas horas, en un mundo de fantasía.
Los niños pudieron visitar un hospital infantil, una zona de construcción, un gimnasio con circuitos motrices y un rincón de juegos familiares. Este último espacio fue particularmente emotivo, ya que permitió que padres e hijos compartieran juegos simples pero significativos. “El juego es una herramienta natural e intrínseca que tienen los niños y por eso es tan importante para su aprendizaje”, comentó la Luz María Contreras, coordinadora de ciclo de Educación Parvularia.
La colaboración entre familia y escuela fue uno de los elementos más valorados de la jornada. El entusiasmo de los adultos se sumó a la energía infantil, generando un ambiente de respeto, juego libre y aprendizaje activo. Para muchos, esta fue la primera vez que participaban directamente en una dinámica educativa tan vivencial.
El juego no solo sirvió para entretener, sino que se convirtió en una poderosa herramienta pedagógica. A través de las distintas estaciones, los niños ejercitaron habilidades motrices, resolvieron problemas, desarrollaron su lenguaje y reforzaron vínculos afectivos. Todo esto, en un ambiente seguro y preparado con cariño. “Me gusta venir a todas las actividades que tienen los niños, compartir con ellos, ayudarlos y jugar con ellos, conocerlos, porque al final son los niños que comparten con mi hijo todos los días”, señaló Yeslany Paz, apoderada.
Con risas, abrazos y mucho entusiasmo, la jornada concluyó dejando una sensación de plenitud en todos los participantes. El Día del Juego no solo combatió el frío matinal, sino que reforzó la importancia de crear espacios donde la infancia pueda expresarse, aprender y crecer jugando. Una experiencia que, sin duda, quedará en la memoria de toda la comunidad educativa.
En resumen, el Día Internacional del Juego, celebrado el 28 de mayo, es una oportunidad para reflexionar sobre la importancia del juego en el desarrollo de los niños y niñas, y para promover el derecho al juego en todos los ámbitos de la vida, especialmente en la educación.