
El miércoles 7 de mayo fue una jornada especial para los estudiantes de prekínder a octavo básico del COM. Desde los primeros rayos del día, los diversos espacios del establecimiento se llenaron de color, alegría y sentido profundo al celebrar la Fiesta de Domingo Savio, joven santo y alumno ejemplar de Don Bosco. La conmemoración, enmarcada en el espíritu Salesiano, permitió a los alumnos conectar con el legado de quien supo vivir la santidad desde lo cotidiano, con entusiasmo, fe y compromiso.
Los patios, salas de clases y espacios comunes se transformaron en escenarios de reflexión, concursos, juegos y fraternidad, ya que cada curso vivió momentos significativos que no solo recordaron la vida de Domingo Savio, sino que invitaron a los estudiantes a ser protagonistas activos de una espiritualidad juvenil.
Además, la creatividad y espiritualidad fueron protagonistas en las salas de clases, ya que los estudiantes pudieron diseñar y adornar con bellos altares que ayudaron a entrar en el ambiente católico que promueve la Fiesta de Domingo Savio.
Otro de los aspectos relevantes fue la participación de los apoderados, quienes acompañaron a sus hijos en diversas dinámicas pastorales y espacios de convivencia. La colaboración entre las familias y el COM fortaleció los vínculos esenciales en la formación Salesiana, lo que se reflejó en el entusiasmo de los estudiantes.
Desde la coordinación Pastoral y los distintos equipos del COM, hubo una valoración muy positiva de la jornada. El ambiente festivo, el respeto entre los estudiantes y el compromiso mostrado por todos fue motivo de orgullo y gratitud. Se destacó también el esfuerzo conjunto de educadores, asistentes y familias para hacer de este día un verdadero homenaje al joven santo.
Domingo Savio es recordado como un modelo de santidad juvenil posible, cercano y alegre. Su vida breve pero intensa sigue inspirando a generaciones de estudiantes Salesianos en todo el mundo. Al celebrar su fiesta, el COM reafirma su compromiso de acompañar a los jóvenes en su camino de crecimiento integral, con una propuesta educativa que forma “buenos cristianos y honestos ciudadanos”.
Así, la fiesta del 7 de mayo (originalmente el 6) no fue solo una fecha en el calendario, sino una experiencia viva de espiritualidad, comunidad y alegría Salesiana. Un día que quedará grabado en la memoria de quienes participaron y que sigue recordando a todos que, como decía Domingo Savio: “Aquí hacemos consistir la santidad en estar siempre alegres”.