En una eucaristía llena de simbolismos y emoción, los estudiantes de cuarto medio del COM vivieron su misa de despedida, presidida por el padre Nelson Moreno, Inspector de los Salesianos en Chile, y concelebrada por los sacerdotes del establecimiento.
Durante su mensaje, el padre Nelson Moreno hizo un llamado a los estudiantes a valorar su egreso no solo como un logro académico, sino como un paso hacia la construcción de una sociedad más humana. "¿Qué significa egresar con una mirada salesiana?", cuestionó, invitándolos a ser buenos ciudadanos y a mantener una vida guiada por la justicia.
En esa sintonía, el padre Nelson animó a cada joven a abrazar los valores de amor y fraternidad, y a mirar al futuro con la esperanza inspirada por Don Bosco. “No todos los colegios tienen una misa de despedida, sin embargo, nuestro colegio, nuestra casa, da gracias a Dios por este proceso junto a los alumnos y sus padres. Dar gracias con un corazón agradecido es reconocerse sencillo y humilde. Reconocer a Dios como el dueño de la vida, y por eso, damos gracias por la familia, por este proceso de término de la educación media”, exhortó.
Momentos emotivos consolidaron la importancia de los lazos familiares y el respeto. Padres e hijos compartieron gestos de cariño y palabras de apoyo, recordando la necesidad de mantener una relación sólida basada en el amor.
En una sociedad que enfrenta desafíos, estos valores se vuelven pilares que sostienen la vida en comunidad y, desde el colegio, se impulsa esta convicción en cada encuentro, invitándolos a proyectarse como personas nobles y justas, en línea con el espíritu salesiano.
“Hoy no sólo egresa el hijo, sino también la familia. En este tiempo, hemos formado a nuestros estudiantes a no sólo ser instruidos o a tener conocimientos, sino también para formar el corazón de la persona y eso es más complejo. Formar el corazón de un hombre es difícil. Don Bosco quiere formar el corazón de las personas, porque un corazón formado está llamado a ser luz y sal para el mundo. No dejen de hacer el bien y de aspirar a ser buenas personas”, invitó el padre Inspector.
Al finalizar la eucaristía, cada estudiante recibió un santo Rosario, símbolo de fe y esperanza, como recuerdo de este día especial, y pensado como compañía diaria o para compartir con alguien cercano, representando un recordatorio de la presencia de Dios en sus vidas y una invitación a vivir en solidaridad.
Esta misa de despedida cierra un ciclo, pero abre un camino de compromiso. Con la inspiración de Don Bosco y las enseñanzas Salesianas, los estudiantes de cuarto medio avanzan hacia un futuro con la promesa de ser agentes de cambio, llevando consigo el ideal de vivir como ciudadanos íntegros y personas de bien.
Voces agradecidas
Rodrigo Martínez, cuarto medio B. “Ha sido un proceso increíble. Es un curso que llegué desde básica, pasamos la pandemia y vivimos muchas cosas juntos. Así que estoy muy contento y alegre por todo lo que estamos viviendo”.
Matías Piña, cuarto medio B. “Tengo mucho ánimo de lo que será el futuro y estoy muy entusiasmado para ver todo lo que va a pasar. Lo de hoy fue muy importante, ya que pude participar con la familia y la alegría de poder compartir con mis compañeros es increíble”.
Mónica Muñoz, apoderada. “Para nosotros como familia y como padres, agradecemos al colegio en primer lugar por toda la acogida de estos años que tuvo con nuestro hijo. Le dio formación, valores y como familia estamos muy agradecidos por todos estos años”.