Una jornada llena de asombro y descubrimiento vivieron el lunes 04 de noviembre, los estudiantes de kínder del COM en su visita a la Granja Educativa de Lonquén. En esta experiencia única, los niños exploraron la naturaleza y conocieron de cerca las raíces culturales en un ambiente interactivo, pedagógico y repleto de experiencias multisensoriales. Desde la llegada, el entorno natural y el contacto directo con los animales despertaron su curiosidad y deseo de aprender.
La visita inició con un desayuno rodeado de los animales de la granja, momento que permitió a los pequeños relajarse y conectarse con el entorno antes de comenzar las actividades. A continuación, participaron en la actividad "Manos a la Tierra", donde tuvieron la oportunidad de conocer de cerca el mundo de la apicultura y conociendo el rol vital de las abejas en la polinización. También interactuaron con lombrices y gusanos, familiarizándose con la importancia de estos pequeños habitantes del suelo para el ecosistema.
Luego, pasaron a los estanques, donde alimentaron peces de vivos colores, experiencia que les permitió observar de cerca a estos animales y aprender sobre sus hábitats y cuidados. La curiosidad de los pequeños no paraba, y al llegar a los corrales su emoción creció al encontrarse con una variedad de animales y aves: caballos, ovejas, cabras, llamas, siervos, vacas, pavos reales, ñandúes y tórtolas. Fascinados, los niños preguntaban a los cuidadores por cada animal y observaban sus características físicas y comportamientos. El contacto directo y la oportunidad de tocar y observar animales en su entorno natural enriquecieron esta lección de ciencia en vivo.
En un módulo especial dedicado a la historia y cultura, los estudiantes de kínder del COM, participaron en una charla sobre tradiciones ancestrales chilenas. Aquí, conocieron sobre vestimenta, instrumentos musicales y costumbres de épocas pasadas, aprendiendo a apreciar la diversidad cultural de su país. Los monitores, con herramientas didácticas, explicaron la importancia de preservar estas tradiciones, inspirando en los estudiantes un sentido de identidad y respeto por su herencia cultural.
Para cerrar la jornada, los estudiantes participaron en juegos recreativos, aprovechando los espacios habilitados para correr, saltar y socializar. Esta última actividad no solo reforzó el trabajo en equipo, sino también les brindó una instancia de esparcimiento y diversión en un entorno seguro y natural.
Esta experiencia en la Granja Educativa de Lonquén no solo ofreció a los estudiantes una comprensión más profunda de la naturaleza y la cultura, sino que también fortalece sus lazos con el entorno y fomenta el respeto hacia todos los seres vivos.
Con esta salida pedagógica, el COM reafirma su compromiso de brindar experiencias educativas enriquecedoras y de calidad, que les permitan a los estudiantes vivir el aprendizaje de una manera activa y significativa.