En el marco de la formación integral de los estudiantes, el COM realizó entre los días miércoles 25 y viernes 27 de septiembre, una salida pedagógica con los alumnos de sexto básico al Centro Ecológico Alhué Lahuén. Cada jornada tuvo un importante enfoque medioambiental que generó una conexión más profunda entre los jóvenes con la naturaleza, promoviendo un compromiso con el cuidado del planeta y el respeto por las culturas originarias de Chile.
La salida pedagógica al Centro Ecológico Alhué Lahuén comenzó con la proyección de un video sobre conciencia ecológica, que invitó a reflexionar sobre la importancia de cuidar el planeta y las consecuencias de la acción humana sobre los ecosistemas. “Al momento que nosotros compramos este terreno, me di cuenta que no sabíamos nada sobre la Tierra y el proyecto mío siempre fue hacer algo para los colegios y además está diseñado para los profesores. Chile es un país precioso que tiene mucho clima y tenemos que cuidarlo”, señaló Violeta Harnish, propietaria del Centro Ecológico Alhué Lahuén.
A partir de esta introducción visual, los estudiantes emprendieron un recorrido por diversos espacios ecológicos que representaban las diferentes regiones del país. En estos entornos, se les presentó la historia ecológica de Chile, destacando la rica flora y fauna nativa, con especial énfasis en la importancia de los árboles autóctonos.
Durante la visita, se subrayaron las consecuencias negativas del mal manejo humano hacia la naturaleza, desde la deforestación hasta la contaminación de los suelos y las aguas, incentivando una reflexión sobre el rol que cada persona puede asumir para revertir esta situación. “Nosotros provenimos de la naturaleza y sin la naturaleza no podemos hacer nada. Con los avances tecnológicos, muchas veces no nos damos cuenta de lo natural y lo importante que es para los pequeños enseñarles estas cosas”, evaluó Felipe Moya, uno de sus guías.
Los guías de la actividad hicieron un llamado a la acción concreta, mostrando a los estudiantes cómo la autosustentabilidad y el respeto por los pueblos originarios son claves para un futuro en armonía con el medioambiente.
La salida culminó con un momento simbólico y práctico: la plantación, por parte de cada estudiante, de lechuga y semillas de perejil para ser llevados hasta sus hogares, gesto que invitó a los estudiantes a comprometerse no solo con el entorno natural, sino también con la autosustentabilidad de las próximas generaciones.
Esta acción final subrayó la importancia de cuidar el planeta desde lo local, partiendo por pequeños gestos que, con el tiempo, pueden generar grandes cambios. “Siempre es bueno salir del colegio, aprender cosas nuevas, tener mayor conciencia ambiental. Es muy positivo que los chicos pudieran sembrar y cultivar, fortalecer la cultura ambiental, porque los muchachos son agentes de cambio”, alabó el profesor del COM, Robinson Muñoz.
Este tipo de iniciativas pedagógicas del COM, no solo buscan educar en lo académico, sino también formar personas conscientes, comprometidas con su entorno y capaces de valorar el legado natural y cultural que las rodea.