Bajo la premisa “La edad de los cambios: “Entre el sí y el no”, el profesor José Carlos Báez, orientador de enseñanza Media del COM, desarrolló la Escuela para Padres de abril, enfocada para los estudiantes de séptimo Básico.

El profesor José Carlos Báez comenzó la jornada recordando a los padres presentes que “los jóvenes a esta edad (12 y 13 años), ya no actúan porque las cosas están mandadas o prohibidas, sino porque encuentran razones y son capaces de diferenciar en las acciones el bien y el mal”.

A continuación, presentó la problemática sobre cómo se logra un hábito de conducta en los estudiantes. Allí, precisó que los hábitos se forman a fuerza de reiteraciones, insistencia y disciplina. “Neuro fisiólogos aluden que después de 33 reiteraciones un hábito se fija en la conducta del individuo. Así, lo mismo ocurre con una conducta adictiva que no suma beneficio al crecimiento personal. En este caso, no existe un trabajo previo, y el placer casi inmediato, es aquello que empuja a reiterar la misma acción y conducta”.

Reglón seguido, enumeró los elementos que dificultan la formación de buenos hábitos, tales como, el acompañamiento débil por parte del adulto responsable, un medioambiente permisivo y sin grandes metas o desafíos -zona de confort-, una comunicación poco efectiva, una falta de autonomía, una gestión adecuada del tiempo y un refuerzo positivo.

Compromiso y responsabilidades

Antes de concluir, el profesor José Carlos Báez, entregó algunas sugerencias para abordar a los estudiantes de séptimo Básico:

Acuerda con tu padre y/o madre una hora de llegada a la casa y cúmplela siempre. Si no llegas puntual a la hora acordada, desconfiará en dejarte salir nuevamente o en aumentar la hora de llegada.

Negocia el tiempo que dedicarás a salir y el que pasarás con la familia para que sepan que no vas a estar todo el día con tus amigos o amigas.

Diles siempre a tus padre, madre o cuidadores dónde y con quién estás. Te dejará hacer más cosas solo si saben dónde estás y qué haces.

Preséntales a tus amigos para que se ganen su confianza y te dejen salir más con ellos y ellas.

De vez en cuando llámalos y diles que estás bien. Cuanto menos se preocupen por ti, más razonables se mostrarán.

Nunca les mientas sobre tus planes, perderán la confianza y no te darán la independencia que quieres.

Por último, destacó la importancia de ordenar las emociones, tanto en los padres como en los estudiantes. “La idea es entregar elementos que puedan ayudar y acompañar de mejor forma a los hijos en esta etapa y en esta edad tan importante. Para ello, los padres son el mejor especialista”, esbozó el profesor José Carlos Báez.